Ayer fue la noche en la que tocaba el grupo de unos amigos míos. El lugar se llenó incluso más que con otros grupos bastante conocidos de por aquí y, todo hay que decirlo, lo petaron lo máximo. Tocaron canciones creadas por ellos y covers como "The artist in the ambulance" de Thrice, "Unholy confessions" de Avenged Sevenfold o "Sorry you're not a winner" de Enter Shikari, durante la cuál todos los allí presentes no fallaron a la hora de las palmadas, lo que fue una sensación impresionante oír a tanta gente haceros al mismo tiempo.
Pero la que para mí fue la más especial se llama "My own words", canción hecha por ellos. Para mí fue una sorpresa el estar tan feliz apoyada en la valla que nos separaba del escenario y oír mi nombre. Me la dedicaron. Mejor dicho. Nos la dedicaron. No sólo fue a mí, sino que también era para mi novio (en realidad la idea de que la dedicaran fue suya) con quien hacía cuatro meses.
En ese momento, un amigo me tocó el hombro. Cuando me giré me dedicó las siguientes palabras: "Disfrútala. Siéntela. No a todos nos dedican algo así". Y así fue. La disfruté. La sentí recorriéndome todo el cuerpo. Todo hasta tal punto que me dieron ganas de llorar. Sentía los ojos encharcados pero me dije a mí misma que no dejaría que ninguna de esas lágrimas salieran de mis ojos y recorrieran mi cara.
Fue una noche increíble.
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